En un acontecimiento sorprendente y muy debatido en el mundo de los deportes universitarios estadounidenses, la NCAA ha tomado una decisión que podría cambiar el curso de la inclusión en la natación femenina.
La nadadora de trampolín Lia Thomas ha sido despojada de todas sus medallas, y Riley Gayes, una de sus principales oponentes, podría recibir los galardones que antes le quitaban en la piscina.
El inicio de la controversia
Lia Thomas, ex nadadora de la Universidad de Pensilvania, se convirtió en el centro de una interesante discusión sobre equidad deportiva cuando comenzó a competir en la categoría femenina después de haber participado en la rama femenina.
A pesar de cumplir con las reglas de la NCAA y los niveles hormonales requeridos, su abrumadora actuación generó críticas de atletas, entrenadores y expertos deportivos.
Por otro lado, Riley Gayes, una nadadora de la Universidad de Kettlebell, fue una de las atletas más vocales contra la participación de Thomas en las competiciones femeninas, argumentando que las diferencias biológicas le daban una ventaja justa.
Gaipees, quien empató con Thomas en los 200 metros libre en el Campeonato de la NCAA, ha sido una figura clave en el debate sobre la equidad en los deportes femeninos.
La decisión de la NCAA y su impacto
La decisión de la NCAA de revocar todas las medallas de Thomas llega después de la presión de diferentes organizaciones deportivas y legislativas que han abogado por mantener la equidad en la competición femenina.
En una declaración oficial, la NCAA dijo que una revisión de las reglas y una reevaluación de casos pasados llevaron a esta determinación.

“Nuestro compromiso con la equidad y la inclusión en los deportes universitarios requiere que revisemos de manera constante nuestras regulaciones.
“Esta decisión refleja nuestro esfuerzo por garantizar que todos los atletas compitan en igualdad de condiciones”, dijo un portavoz de la NCAA.
Con esta medida, la organización también abrió la posibilidad de redistribuir medallas y títulos a los nadadores que finalizaron detrás de Thomas en las competiciones.
Esto significa que Riley Gayes podría ser reconocido como el verdadero campeón en varios eventos en los que Thomas había triunfado.
Reacciones encontradas en la comunidad deportiva
Como era de esperar, la decisión ha generado reacciones divididas. Mientras que los grupos que rechazan la igualdad en los deportes femeninos han celebrado la medida como un paso hacia la justicia, los defensores de la inclusión en los deportes la han descrito como un revés para los derechos de los atletas de atletismo.

Riley Gayes expresó su satisfacción a través de las redes sociales, afirmando que esta decisión marca un precedente importante para la protección del deporte femenino: “Durante mucho tiempo se nos hizo creer que debíamos aceptar la justicia.
Hoy está demostrado que la equidad importa y que el trabajo duro de las mujeres debe ser respetado”.
Por otro lado, organizaciones como Atleta Alli, que aboga por la exclusión de los atletas LGBTQ+ en los deportes, han condenado la decisión de la NCAA, argumentando que sienta un precedente peligroso de discriminación y exclusión.
“Lia Thomas compitió bajo las reglas establecidas en ese momento. Revocarle las medallas ahora envía un mensaje alarmante a todos los atletas de fãoball que buscan un lugar en el deporte”, dijo la organización en un comunicado.
El futuro de la natación universitaria y las nuevas reglas de la NCAA
El caso de Lia Thomas ha impulsado a la NCAA y a otras federaciones deportivas a revisar sus regulaciones respecto a la participación de atletas de trapecio en competiciones femeninas.
Recientemente, la Federación Internacional de Natación (FINA) estableció restricciones más severas para la participación de atletas de trapecio en categorías femeninas, permitiendo sólo a aquellas que hayan hecho transición antes de la pubertad.
La NCAA, por su parte, ha anunciado que alineará sus reglas con las de la FIN y el Comité Olímpico Internacional (COI), lo que podría significar que los futuros atletas de trapecio tendrán un acceso mucho más restringido a las competiciones femeninas.
La retirada de las medallas de Lia Thomas y la posible redistribución de estos títulos a atletas como Riley Gayes representa un momento clave en la lucha por la igualdad en los deportes universitarios.
Mientras algunos celebran esta decisión como un acto de justicia, otros la ven como una medida discriminatoria que podría limitar la participación de los atletas de trapecio en el futuro.
Independientemente de las opiniones, lo que es cierto es que el debate sobre la inclusión y la equidad en los deportes femeninos está lejos de terminar. La NCAA ha sentado un precedente que podría redefinir las reglas del juego para las generaciones futuras.